Cápitulo 4

A pesar de haber tenido una infancia un tanto complicada, la vida de Marian, desde hacía mucho tiempo era una vida feliz y tranquila, sin complicaciones, llena del cariño de su gente y, desde muy jovencita acompañada siempre por su compañero de vida, su pequeña familia y sus amigos.

Pero ella tenía una sensación que siempre la acompañaba, una sensación de haber sufrido mucho, de llevar muchísimo tiempo sintiéndose sola sin estarlo realmente, de estar cansada del dolor, dolor de todos por todo, hasta por las cosas más pequeñas….

Cómo podía ser que siempre necesitaran tener un motivo por el que quejarse?

Porqué no éramos todos plenamente felices?

Porqué siempre se repetían las mismas emociones, enfermedades y quejas?

De verdad era algo con lo que debíamos de vivir siempre?

Y por qué nadie hacía nada por salir de ese sinsentido… qué era la vida entonces?

Y así fue como, hace ya 10 años, Marian le pidió a la Vida que le ayudara a encontrarse y le enseñara el camino, que le diera algo de verdad en lo que creer y confiar, que le permitiera ser lo que ella era de verdad… descubrirse a sí misma.

Se buscó, buscó y buscó. Algunos problemas de salud se cruzaron sabiamente en su vida y le permitieron ahondar más y seguir buscando. A cada paso la Vida le iba dando una herramienta que luego daba paso a otra. Sanando, sí, en ella y en su entorno…

Pero faltaba algo, siempre buscaba y no llegaba a la meta nunca, sabía la teoría, iba evolucionando, descubriendo, asombrándose un poco a cada paso, pero todavía no se ubicaba ni se encontraba realmente, seguía inmersa en su rutina diaria….

Feliz en cierta forma pero no plena.

Un día de julio de 2018 una meditación le llegó intuitivamente, en ella se sentía como en casa y siguió haciéndola durante varios días… Hasta que una tarde le llegó un video de Mindalia en la que un “chaval madurito” explicaba cosas de geometría que no entendía demasiado, pero aquello tenía algo muy especial que ella no sabía explicar.

Atraída por lo que contaba (aunque le sonaba a ciencia ficción muuuy rara) empezó ese mismo día a hacer las iniciaciones de ese Proyecto de nombre tan divertido, RISAA, que tanto le atraía.

Y escuchando esas iniciaciones, se dio cuenta que eran como aquellas que hacía antes de escucharlas… pero mejores todavía.

Se sintió feliz porque en su ser interno sabía que había encontrado algo muy diferente a todo lo que antes había conocido , era como si hubiera llegado a algún sitio muy familiar…

Todo fue muy rápido. No podía dejar de hacer las meditaciones, de escuchar los sonidos, de poner las geometrías por todas partes…estaba hipnotizada y no podía parar, era ese perfume … ese nosequé que no paraba de llamarla…

En el próximo capítulo….
De cómo Marian se fue transformando en Ka-miri-ak …
.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *